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ESTE POEMA FUE LEIDO EN EL CENTRO DE TORTURAVilla Grimaldi.
Homenaje a
C?sar Domingo Cerda
Nadie ha dejado de pronunciar tu nombre
ni los que no est?n
ni el sal?n vac?o
ni la asamblea de Ranquil
Pero Chile
es silencio, en algunos olvido
Los montes y el cerro dan cuenta de tus pasos
La cordillera escribe cientos de nombres
y los volcanes
fuego es la noche de los desaparecidos
Ahora te invoco
desde los cimientos
regados de sangre
aliento martirizado, Villa Grimaldi
cascarienta muralla
que sinti? tus manos
Cesar Domingo Cerda
Habla, di tu palabra
Cristina
Cesar
Juana
arrastraron el o?do y el olfato, Lanzaron el coraz?n
busc?ndote
Dime que la noche
grito violado
Krassnof, Moren Brito, el Romo
se grabaron en tus ojos, para que nadie olvide
Camarada
compa?ero
La patria no ser? la tumba de los huesos
martirizados
ni el mar
lavar? la sangre
y har? olvido
para que el crimen no tenga nombre
Aqu? estamos
Soy Cuba digna
Venezuela ardiente como plaza ?ntima
Palestina palmo a palmo en mi piel Chile que no perdona
Soy tu
y los nuestros
marchamos como entonces
El 19 de mayo de 1976
las ra?ces de Lonquimay
el sindicato Cord?n Cerrillos
La Herminda la Victoria
el hombre ovillado en su silencio
llamaron tu nombre obrero
y nadie contest?
la muerte marcaba tus manos
botas infernales
civiles parlantes susurrando letan?as traidora
Tu cuerpo
dibujado de pobreza digna
levant? la historia de la sangre y la miseria, lucha y esperanza
Y aunque no volver?s
y la tierra desgrane su alma en mis manos te llamamos
exigimos tu vuelta
porque no hay olvido
y el vinagre
de la cruz es liturgia sin perd?n
Vuelve
que la tierra calme mis sollozos
Ahora cierro las palabras que la marcha
sea pan
amistad
sue?os dignidad
Es la hora, el tiempo
en tu nombre, y por el
la historia no se detiene.
Cesar Cesar, la muerte ni los criminales te hicieron niebla
Marta Ugarte, Antonio Llid?, Rub?n Cabezas, Lumi Videla
arrinconados en Jos? Domingo Ca?as
entumidos de Villa Baviera
los que guardaron mi nombre, para que viviera
- no hubo delaci?n-
no han muerto
no morir?n
lo juro ante estas palabras
la sal y el agua de mis noches clandestinas